Según publica el diario EL PAIS, la empresa Oracle Ibérica, filial española de Oracle Corporation, pagó el año pasado 53,9 millones de euros por actas de inspección de la Agencia Tributaria, derivadas de sus impuestos de sociedades y del impuesto sobre la renta de no residentes de los varios ejercicios.
Al igual que en otros casos de otras muchas compañías tecnológicas, la operativa a la hora de declarar impuestos, aparecen involucrados los territorios de baja tributación en Europa: Irlanda y Luxemburgo. Una mínima reflexión ¿no sería más conveniente un acuerdo a nivel de la UE, para que estas compañías tributen en cada país, de forma proporcional al volumen de negocio que tengan en cada uno de ellos?, es decir, que lo que se recaude en Irlanda y Luxemburgo se redistribuya.